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qué he de decir sobre mí...los que me conocéis ya sabéis lo que soy, los que no...por algo estáis aqui...

martes, 13 de marzo de 2007

Por fin la Alhambra...

Llegamos a la puerta de la Alhambra con la intención no de entrar, ya que pensábamos que era imposible, si no de dar un paseo por el camino que baja hasta el centro...Preguntamos si todavía quedaban entradas casi por casualidad así que cuando nos acercamos y vimos que la cola para entrar no era aun ni medianamente larga decidimos hacerlo.

No era la primera vez que estaba allí, pero anteriormente me había limitado a pasear por el recinto extasiada sin ninguna necesidad a parte de dejarme llevar por el mágico ambiente que allí se respira. Esta vez fue diferente, decidimos contratar uno de esos servicios de audioguia, un aparato parecido a un teléfono móvil que se cuelga del cuello y te va haciendo comentarios igual que lo haría un guia real. Si alguien tiene previsto visitar próximamente la Alhambra se lo recomiendo encarecidamente, no sale demasiado caro, unos 3€ por aparato, pero se puede pillar uno por pareja, y durante todo el día puedes disponer de un bonito relato de lo que podía ser la vida en el lugar.
Fue increíble pasear por allí escuchando comentarios de todo lo que veíamos. Habían estancias y patios cerrados al público,y el museo de la Alhambra tampoco se podía visitar, pero aun así pasamos casi 5 horas como en otro mundo.
Lo mejor con diferencia de las veces anteriores fue la visita a los palacios Nazaríes con los comentarios del guia, se descubren muchas cosas curiosas y por supuesto se mira todo con ojos diferentes sabiendo lo que se ve...

Descubrí cosas como que en la fuente que hay en la sala de los Abencerrajes, las manchas de óxido que ha dejado el tiempo, según cuenta la leyenda, son manchas imborrables de la sangre derramada en la cruenta matanza que termino con las vidas de todos ellos...También pude comprobar el increíble efecto que se produce en las paredes de la sala de los secretos.Dos personas situadas de cara a dos esquinas opuestas y de espaldas entre ellas son capaces de escuchar los susurros del otro tal y como si estuviese susurrando en su oido...sorprendente...pero el nombre es acertadísimo, ya que entre sus paredes es imposible guardar un secreto.
Descubrí también, esto ya en el Generalife, el Patio del Ciprés y a qué debe su nombre.Es curioso que no lo recordase de mis anteriores visitas, ya que muy a pesar de algunas personas esa clase de anécdotas me llaman mucho la atención.
No diré que disfruté de la visita al Generalife tanto como esperaba, pero esa no es una historia para contarla en este momento y en este lugar...Sólo diré que alguien me debe al menos una nueva visita a Granada, Alhambra incluida.
Antes de comenzar el viaje mi amiga la sirena me dijo que si pensaba visitarla debía llevar debajo del brazo los Cuentos de la Alhambra, así que esta foto me hizo acordarme de ella, por y para ella la hice y en su honor quiero ponerla aquí...Debo decir que hace poco empecé a leer los cuentos y son una maravilla, no me extraña que ese libro diera a conocer la Alhambra en todo el mundo.Salimos de la Alhambra después de 5 horas muy intensas y como ya era bastante tarde y no queríamos que se nos hiciera de noche en el camino decidimos emprender el viaje de vuelta.

Aquí quiero poner fin a mi relato, pero como ya dije en una ocasión, con una cámara en la mano soy insufrible, así que si os apetece os invito a ver las siguientes imagines. No so ni muchísimo menos la mitad de la que hice, pero tampoco es cosa de llenar el blog de fotos repetitivas. Espero no haberos aburrido demasiado con mi relato.

jueves, 8 de marzo de 2007

Paseamos durante largo rato acompañando al Darro en su carrera, visitando las tiendecitas árabes tan coloridas y llenas de artesanía... Si pasara una temporada por allí no creo que me importara repetir el mismo paseo al menos una vez al día.





Antes de buscar un sitio para cenar subimos por la cuesta de Gomeres hasta donde empieza el camino para subir a la Alhambra y fue un descubrimiento tan sorprendente que decidimos hacer el camino ala inversa a la luz del sol.

Como aún era temprano no se nos presentaron demasiados problemas para encontrar un buen sitio donde tapear. Las tapas eran algo diferentes de como las recordaba de la última vez, pero por 1,70€ la caña y el "tapón", como decían por allí, se cenó bastante bien.



El sitio no era ni mucho menos de lujo, pero yo no hubiese cenado mejor en un restaurante de 5 tenedores, aunque pensándolo bien quizá tengan algo que ver en esa apreciación los tintos de verano que acompañaron a mis "tapones"..., o tal vez que la tasca estaba decorada al estilo medieval, y entre armaduras y escudos de armas me sentía como la princesa que siempre soñamos ser de pequeñas.
Al día siguiente queríamos volver a madrugar, así que decidimos volver al hostal a dormir algo...

miércoles, 7 de marzo de 2007

De nuevo unas vistas impresionantes de la Alhambra desde abajo, con el Darro corriendo a nuestros pies... Ver ponerse el sol en este lugar es una preciosidad.
Caminamos hasta la carrera del Darro, aquí el paseo se estrecha de tal forma que en algunos casos queda el espacio justo entre el Darro y los edificios para que un coche pase dificilmente.

Salimos de la tetería callejero en mano con la intención de perdernos durante al menos un par de horas por las calles de uno de los barrios más emblemáticos de Granada, el Albaicín. No es difícil imaginar porqué es patrimonio de la humanidad...pasear por sus calles es como retroceder algunos cientos de años en el tiempo, cada esquina esconde algún antiguo secreto, cada cuesta cuenta una historia, tan sólo hay que ver las fachadas de las casas, los jardines de algunas de ellas invitan a imaginarse en un tiempo remoto, en un lugar distinto. Casi como sin darnos cuenta llegamos al Mirador de San Nicolás, su espectacular vista de la Alhambra corta la respiración, y es sorprenderte la cantidad de gente que se reune allí.
Además de turistas con sus cámaras siempre dispuestas, hay gente de todo tipo, desde un chico tocando la guitarra hasta una chica con un puesto ambulante de bisutería como la mía...!
Después de un merecido descanso y de la habitual sesión de fotos,( debo admitir que con la cámara en la mano soy insufrible), decidimos ir bajando por una larga cuesta desde dónde suponíamos tendríamos unas vistas bastante buenas del Sacromonte.Hubiese estado muy bien pasear por la calle principal de este pintoresco barrio granadino, pero oímos decir que no era muy aconsejable, así que por una vez decidimos hacer caso a los entendidos...


Bajamos hasta el Paseo de Padre Manjón, más conocido como Paseo de los Tristes por una larga cuesta con unas vistas del Sacromonte muy bonitas...

La idea era recorrer este paseo hasta la Carrera del Darro antes de cenar.











lunes, 5 de marzo de 2007

GRANADA, TIERRA SOÑADA POR MI...

Aquí comienza mi viaje a Granada, hermosa ciudad donde las haya, desde mi punto de vista de las más hermosas en las que he estado.
Primera parada: Cúllar, allí pasamos la noche con la intención de salir temprano hacia nuestro destino...Siempre me he sentido un poco andaluza y ese sentimiento se lo debo enteramente a Cúllar. Puede que nadie entienda qué me ocurre con este precioso lugar, por qué el sólo hecho de pensar en él hace que me sienta mejor...pero esa es otra historia que no es el momento de contar.
Llegamos a Granada sobre las 11 AM y fuimos directamente al pequeño hostalito donde habíamos reservado. Si alguien esta pensando en ir a Granada puede que le interese este hostal, no es muy grande y esta algo apartado, pero el sitio es tranquilo, el trato agradable y el precio esta bien. Hostal Camino Real, a dos paradas de autobús de la Alhambra y a unas pocas mas del centro.
Nos acercamos a la Alhambra para ver si había posibilidades de entrar...hubiese sido un milagro; unas tres horas de cola, 180 entradas y 300 personas para pelearse por ellas...desistimos.
Tras un pequeño paseo por el centro pensamos en ir a comer algo, de tapas, por supuesto, pero alguien tiene idea de la cantidad de gente que hay en los mejores sitios a las 2 de la tarde?. Al final terminamos comiendo una hamburguesa en el Burguer King, es triste, lo sé, pero no estábamos dispuestos a desperdiciar todo el día intentando entrar en un local atestado de gente para comer entre empujones, dejamos las tapas para le cena si había más suerte.
Había leído en algún sitio que detrás de la catedral había un precioso zoco, así que de camino a la calle de las teterías, Caldería Nueva según el callejero, decidimos dar una pequeña vuelta.Fue como si de pronto entrásemos en otra ciudad distinta, un ambiente totalmente diferente, hasta el aire parecía diferente en aquellas estrechas callejuelas.
El plan era tomar un té en una
pequeña tetería que recordaba vagamente de mi última vez, y luego dar un paseo por el barrio del Albaicín para terminar por el Paseo de los tristes y La Carrera Del Darro.
De camino pasamos por la Catedral, preciosa, pero llena de gente y, por supuesto, si no vas con cuidado, puedes terminar con una ramita de romero y algunos euros menos a cambio de una predicción de futuro, o sin ramita, sin perder dinero, pero con una maldición...
No recuerdo el nombre de la tetería, pero recuerdo que es subiendo, la última de la derecha, y que hacen un té de canela muy rico...Mientras tomamos el té
nos tomamos también un pequeño descanso, pero prometo continuar muy pronto con mi relato, aunque sospecho que puede estar resultando algo aburrido, lamento si es así, y espero acepteis mis disculpas.

viernes, 2 de marzo de 2007

jueves, 1 de marzo de 2007

EL SEMINARISTA DE LOS OJOS NEGROS

Desde la ventana de un casucho viejo
abierta en verano, cerrada en invierno
por vidrios verdosos y plomos espesos,
una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientas la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje negro
que la beca roja que ciñe su cuello,
y que por la espalda casi roza el suelo.
Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibuja su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
él, solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos
a la salmantina de rubio cabello
la mira muy fijo, con mirar intenso.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el estío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.
Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste; rezando y cosiendo
una salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
su seminarista de los ojos negros;
cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa la niña que pide aquel cuerpo
marciales arreos.
Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirla: —¡Te quiero!, ¡te quiero!,
¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.
En una lluviosa mañana de invierno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.
Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
con la beca roja por cima cubierto,
y sobre la beca, el bonete negro.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
los seminaristas iban en silencio
siempre en dos filas hacia el cementerio
como por las tardes al ir de paseo.
La niña angustiada miraba el cortejo
los conoce a todos a fuerza de verlos...
tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
el seminarista de los ojos negros.
Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
La labor suspende, los mira, y al verlos
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.
Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
del seminarista de los ojos negros...


Miguel Ramos Carrión

Amistades...

Ultimamente le doy demasiadas vueltas a esto de la amistad.
Cuanto menos, me resulta sorprendente ver la facilidad con que la gente alardea de las muchas amistades que tiene...
No sé, debe ser que tengo una concepción diferente de lo que es un verdadero amigo.
Por ejemplo, hay mucha gente que cree que un amigo es alguien con quien se queda de vez en cuando para hablar un rato de cosas más o menos importantes, otros consideran amigos a aquellos que están siempre dispuestos a salir a divertirse, echarse unas risas, unas copas...Los hay incluso que creen que los amigos van y vienen dependiendo de las circunstancias, de la época de nuestra vida o simplemente de lo que necesitamos o nos apetece en cada momento...
Los verdaderos amigos no van y vienen, están siempre ahí, incluso aunque no los veamos muy amenudo, no te buscan, ni esperan que los busques sólo en los buenos momentos, no esperan escuchar de tus labios sólo sus virtudes, sino también sus defectos y no sólo te dicen lo que esperas escuchar, también lo que no deseas oír, no hace falta que digan que siempre van a estar ahí para ti, te hacen sentir que es así, no mienten, no te dejan sólo cuando necesitas estar con alguien,no te hacen sentir utilizado, en definitiva, un verdadero amigo no es aquel que sólo lo es cuando necesita de ti...
Es curioso cómo puedes sentir a veces que a esa persona que apenas ves o con quien apenas hablas le importas mil veces más que a esa otra que te ha repetido hasta la saciedad lo importante que eres para ella...
¿Debería dolerme admitir que me sobran más de la mitad de los dedos de una mano para contar a quien hoy por hoy considero amigos de verdad?

Muchas cosas...

Uff, tengo tantas cosas que contar que casi no se por dónde empezar, se me está amontonando el trabajo...¡muchas cosas en pocos días!
El viaje a Granada lo dejare para más adelante, me gustará poner algunas fotos, pero aun no he podido ni descargarlas, así que paciencia...

viernes, 23 de febrero de 2007

ME ESPERA GRANADA

Y el embrujo cayó, y permaneció para siempre, en sus calles tortuosas y laberínticas, en sus vistas descomunales, en su vida alejada de cualquier realidad. Y el embrujo cayó y mancilló a todos los que poseen la verdad absoluta, a todos los que creen sólo lo que pueden ver pues llegaron a un lugar dónde no encontraron la verdad, donde encontraron ensueño, donde no había más que magia, donde el duende sigue vivo, donde la ficción supera a la realidad como nunca nadie podrá describir, como nunca nadie podrá soñar.
Sus calles poseen el halo de otro tiempo, sus piedras besan nuestros pasos, o quizá sea al revés, mientras caminamos sin sentidos, saturados por lo magnífico, por lo maravilloso, por lo que escapa a la razón, por lo que está incluso por encima del Arte.
Sólo puede considerarse un insulto escribir o hablar del Albayzín, sólo puede ser una bajeza intentar describir lo que está más allá de la razón, de las palabras, de las imágenes. Porque el Albayzín lo es todo, el Albayzín es la grandeza del tiempo, de un tiempo detenido, esperando, agazapado, viendo cómo la vida transcurre con sus sombras y sus luces, con sus atardeceres, con sus noches de bohemia, con sus amaneceres melancólicos.
Un turista pasa sin escuchar una guitarra flamenca llorar, un guitarrista arranca lamentos mientras una estrella se posa en un barrio, una estrella viaja mientras la tierra da su amor al Albayzín.
Sus calles no son tales, son torturas al que desconoce lo onírico, al que desconoce el placer, al que no sabe ser guiado por un corazón poderoso, ciego de amor, mudo de éxtasis. Con nuestro callejero en la mano sólo podemos perdernos en el abismo, con nuestras entrañas palpitantes descubriremos el más allá, la vida que hay detrás del bullicio, de la cotidianidad, del hastío, cerca del embrujo, del éxtasis.
Un piedra tras otra guían nuestra alma por un mundo de Belleza que abarca cualquier rincón, incluso el más abandonado, los lugares en los que Dios no puso su mano sino el mismísimo Satanás, el Ángel Caído que fue a parar a un lugar dónde su belleza fuese contrarrestada y diese a luz un mundo distinto, mezcla de placer, de belleza y de lujuria. Porque el Albayzín es todo eso.
Confesémonos, en el Albayzín hemos soñado mundos, nuestro mundo, el mundo musulmán, el de la orgía y desenfreno, el de la cultura y la belleza, el de la lucha, de la rebelión, de la muerte, de lo sublime,... En el Albayzín hemos soñado que estamos vivos, que otros están vivos.
Quizá otro día sea el momento de contar la historia de este barrio, el más típico de Granada, quizá otro día sea el momento de hablar de conjuras, de hogueras, de muertos, de reyes, pero eso puede que sea otro día; esta vez es el momento de contar la vida, de compartir lo que pocos han compartido, de hacer un pacto con el diablo que con el tiempo ha caducado, que con el paso de los años se ha ido desvaneciendo pero que siempre estará presente, en lo más hondo de mis entrañas, en lo más profundo de mi existencia.
Porque no fue sino en el Albayzín donde empezó mi vida, no la biológica sino la única que da sentido, la que te hace sentir que estás y eres a pesar de que tu cerebro se regodea en devolverte imágenes que parecen irreales y tu corazón siente que todo es falso, que no estás allí, pero tu alma te empuja al abismo y te dice que sí, que todo es cierto, que todo es bello y magnífico. Sin embargo no todo tiene una cara amable porque no todo dura para siempre, y luego la vida pierde sentido, y luego uno pierde la sensibilidad de sus sentidos, y luego uno pierde volver a vivir el Albayzín con el ansia y la inocencia de antaño, y sólo quedan recuerdos que destrozan un día a día, que destruyen lo cotidiano tras haber vivido lo sobrenatural, tras haberse uno sentido tan vivo que ya sólo queda morir poco a poco, calle tras calle, piedra tras piedra, rastreando lo sublime.


Paul Bitternut


EL PASEO DE LOS TRISTES

La luna sueña en el regazo de una noche estrellada, sueña que se escapa de sí misma, sueña que abandona su cielo de suspiros y viaja hacia el aire azul; la luna tiende sus brazos abrazando su entorno, sus ojos, desde el Paseo del Padre Manjón, se dilatan admirando la Alhambra cuyos muros son suavemente acariciados por el breve rumor de luces bellamente bruñidas. Y allí, a sus pies, se encuentra el Hotel Reuma, tristemente abandonado, con su sencillez, con los ecos de risas y estornudos de los habituales de allí que tantas noches pasaron en compañía para atenuar la dulce humedad del río Darro, el cual pasea en el silencio su tenue rumor camino de su hermano mayor, el Genil.
La luna se sonroja y desvía la vista hacia la Carrera del Darro temerosa de haber sido descubierta al descifrar, en una de las esquinas, escondido, al Rey Chico rasgando el paisaje, al pie de la Cuesta de los Chinos, bajo bellos cármenes aún no mancillados.Y allí está, estrecha y empedrada, la Carrera del Darro o, como antes se conocía, Carrera de la Puerta de Guadix. Encamina sus pasos lentamente, nostálgica por el abandono de uno de los nombres más preciosos que hay, como se conoce el Paseo Padre Manjón, Paseo de los Tristes, donde se refugian los que no supimos llegar a ningún sitio.Avanza lentamente tras el sonido ya casi apagado de las chirimías y ministriles, del trotar de los caballos, del bullicio provocado por los toros, por las cañas y sortijas. Pronto se encuentra imbuida por las casas señoriales, por los conventos, como el de Zafra. Tras un destello, se apresura hacia el Bañuelo, recogido en su rincón, sin aspavientos, pero el estallido del polvorín situado en la Iglesia de San Pedro la detiene y corre rápido a refugiarse en el Museo Arqueológico, tristemente desconocido.Y despierta, y nos mira, y nos envidia.
Nos envidia a los que hemos entrado, por la noche, amparados por la suave luz de los desamparados, la luz que nunca prende, que nunca deslumbra, que siempre llora. A los que hemos comenzado nuestro peregrinaje por esa calle estrecha y empedrada, a contracorriente del río, como siempre tiene que ser, y nos hemos ido abandonando puente tras puente, contemplando los sueños que nunca se cumplen; los que hemos respirado profundamente y hemos sido arrastrados al Paseo de los Tristes, bajo la Alhambra iluminada, al pie del Albayzín, en la frontera del Sacromonte, y nos perdimos para siempre.


PAUL BITTERNUT

martes, 20 de febrero de 2007

VERDADES


"Las mentiras dicen más de una persona que las verdades, éstas te dicen lo que ella quiere ser"
"Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver"
"Un vaso medio vacío, es también uno medio lleno, pero una mentira a medias, de ningún modo es una media verdad"
"Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti"

lunes, 19 de febrero de 2007

SORPRESAS...

Este fin de semana he descubierto que aun hoy conservo intacta mi capacidad para sorprenderme...
Con la edad, llega un momento en que crees que ya lo has visto todo, y que nada de lo que haga o diga la gente puede sorprenderte o extrañarte, yo lo pensé de mí misma hace algún tiempo, pero el sábado alguien me demostró que estaba muy equivocada!
He llegado a la conclusión de que por más que se crezca, por más cosas que se vivan y por mayores que nos hagamos, nunca deja de haber gente a la que creemos conocer y que un día sin saber ni cómo ni por qué hace algo que hasta el momento era impensable en ellos.
Intentaré aprender a vivir con la incertidumbre de no saber qué me deparan las personas que me rodean...

jueves, 15 de febrero de 2007

¿Quien no ha pensado alguna vez en el puente de los suspiros al oír hablar de Venecia?¿y quien no ha imaginado a dos amantes suspirando al oír hablar de es puente...?
La primera vez que escuche el significado real de ese nombre me quedé tan sorprendida que nunca más volví a pensar en él de la misma forma...
Cómo alguien iba a imaginar que el puente de los suspiros, o Ponti dei sospiri, como lo llaman allí, debe su nombre a los suspiros de tristeza que dejaban escapar los reos condenados al pasar del Palacio Ducal a la prisión...Se decía que esos suspiros no se debían tanto al hecho de ser condenados, como a la desgracia de no volver a ver la luz del sol reflejarse sobre las aguas del gran canal...

miércoles, 14 de febrero de 2007

SAN VALENTIN


Hoy es San Valentín...para la mayoría de gente es un días mas.
Puede que lo sea, no digo yo que no...pero he pasado tantos
años sin poder celebrarlo que aunque solo sea porque ahora
puedo hacerlo...

FELIZ SAN VALENTÍN A TODOS¡¡¡